Aveces los miedos los hace uno mismo, y el tener la realidad en tus manos puede ser el peor miedo de todos, el más cruel y despiadado; el que te hace abrir los ojos de golpe y reaccionar para supuestamente actuar, pero nunca se sabe pues lo único que puedes hacer es quedarte sin palabras pensando en ¿qué dirás?, ¿Cómo lo dirás? y a quién puedes herir... Muchas veces el miedo puede estar en las cosas tan simples, tan calladas o tan emotivas, tan simple, como un anillo de compromiso......
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