viernes, 25 de junio de 2010

"DIVORCIO"

Omar levantó la bocina del teléfono esa tarde, por un momento dudó, pero él, tenía un mal presentimiento, con respecto a esa llamada que le hacían a mamá; lo escuchó todo; una breve conversación amorosa que ella y un don nadie mantenían por teléfono ese día. Omar sin duda, mantuvo el coraje al estar escuchando, tanto fue su enojo, que colgó enfurecido, le dio pena, le dio coraje, y le dio tristeza. Aguardó angustiado un día; esperando mi llegada, pensaba contármelo, era yo la única persona a la que él, podría decírselo. Así que llegó el fin de semana, yo aparecí en la casa, preguntando por mamá y papá, sólo estaba él, con su ceño serio, tanto, que incluso pensé que se había molestado conmigo, le pregunté que cómo estaba; el solo respondió, "quiero hablar contigo sobre una cosa".

Ese fin de semana fue lo peor, y por primera vez en todas las historias de desamor y engaños cambió la trama, ahora en vez del papel cotidiano y típico, del macho que engaña a su mujer, fue ella quién dio pauta a esa triste realidad que ahora vivimos los cuatro.
Quién lo diría, veinte años de matrimonio, y a estas alturas surge un divorcio; es cruel, es nefasto y me duele.

Lo único "bueno" que pude rescatar; es, que ahora Omar yo, somos grandes y estamos muy conscientes de la situación actual. Fue difícil hablar con papá y tener que decírselo; no lo creía y por un momento, nos dio muchas posibles explicaciones a lo que mi hermano había escuchado ese día por teléfono. Se dio por vencido al fin; pues sabía, que ninguna de esas explicaciones eran ciertas, y en su tristeza y humillación que sentía junto con nosotros, tomó lo que le restaba de vida, los pedazos de cordura que tenía y habló con ella.

Algo se rompió ese día; y ahora no creo que se repare, nunca volveremos a estar juntos, y todo lo que habíamos creado se fue por la coladera; hay sentimientos encontrados, sé que a ella se le juzgará como lo peor, pero la quiero pues es mi madre y me duele lo que le digan, por otro lado, entiendo el dolor de mi padre, y vuelve a mi el coraje que sentí el fin de semana cuando hablaba con mi hermano, y me enteraba de la nueva noticia.

Un divorcio, algo nuevo en mi vida, y a estas alturas ya no sé ni que pensar, no sé cómo reaccionar, estoy en shock, mi hermano y mi papá siguen ahí; caminan sin caminar, hablan sin hablar, ríen sin sonreír, viven sin vivir..... un divorcio

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