sábado, 26 de junio de 2010

"Perfume"

Hoy por la mañana, mientras tomaba un café en el jardín, te respiré.
Voló un breve polvo sobre mi cara y me acordé de ti. Recordé los días en que discutíamos sin razón, y las peleas terminaban en risas absurdas; me acordé de ti, y te respiré de nuevo.

Una lágrima escurrió hasta destruirse en mi mano, y recordé las veces en que lloramos juntos, los días en que me consolaste y también los días en los que me hiciste vivir; no se por que, aún me acuerdo de ti.

Hoy por la mañana, mientras el pasto picaba mis pies, te respiré.
Y por un momento hasta te sentí venir, y recordé que ya no estas aquí, recordé que la realidad es esa, y que en verdad tu perfume no es real; no puedo hacer que existas.

Una lágrima me recordó que el dolor vive, y la tristeza es el principio, y te extrañé tanto que incluso te sentí, y tu perfume se quedó ora vez en mi.
Hoy por la mañana, mientras te sentía tu perfume quedó en mi.

viernes, 25 de junio de 2010

"DIVORCIO"

Omar levantó la bocina del teléfono esa tarde, por un momento dudó, pero él, tenía un mal presentimiento, con respecto a esa llamada que le hacían a mamá; lo escuchó todo; una breve conversación amorosa que ella y un don nadie mantenían por teléfono ese día. Omar sin duda, mantuvo el coraje al estar escuchando, tanto fue su enojo, que colgó enfurecido, le dio pena, le dio coraje, y le dio tristeza. Aguardó angustiado un día; esperando mi llegada, pensaba contármelo, era yo la única persona a la que él, podría decírselo. Así que llegó el fin de semana, yo aparecí en la casa, preguntando por mamá y papá, sólo estaba él, con su ceño serio, tanto, que incluso pensé que se había molestado conmigo, le pregunté que cómo estaba; el solo respondió, "quiero hablar contigo sobre una cosa".

Ese fin de semana fue lo peor, y por primera vez en todas las historias de desamor y engaños cambió la trama, ahora en vez del papel cotidiano y típico, del macho que engaña a su mujer, fue ella quién dio pauta a esa triste realidad que ahora vivimos los cuatro.
Quién lo diría, veinte años de matrimonio, y a estas alturas surge un divorcio; es cruel, es nefasto y me duele.

Lo único "bueno" que pude rescatar; es, que ahora Omar yo, somos grandes y estamos muy conscientes de la situación actual. Fue difícil hablar con papá y tener que decírselo; no lo creía y por un momento, nos dio muchas posibles explicaciones a lo que mi hermano había escuchado ese día por teléfono. Se dio por vencido al fin; pues sabía, que ninguna de esas explicaciones eran ciertas, y en su tristeza y humillación que sentía junto con nosotros, tomó lo que le restaba de vida, los pedazos de cordura que tenía y habló con ella.

Algo se rompió ese día; y ahora no creo que se repare, nunca volveremos a estar juntos, y todo lo que habíamos creado se fue por la coladera; hay sentimientos encontrados, sé que a ella se le juzgará como lo peor, pero la quiero pues es mi madre y me duele lo que le digan, por otro lado, entiendo el dolor de mi padre, y vuelve a mi el coraje que sentí el fin de semana cuando hablaba con mi hermano, y me enteraba de la nueva noticia.

Un divorcio, algo nuevo en mi vida, y a estas alturas ya no sé ni que pensar, no sé cómo reaccionar, estoy en shock, mi hermano y mi papá siguen ahí; caminan sin caminar, hablan sin hablar, ríen sin sonreír, viven sin vivir..... un divorcio