Voló un breve polvo sobre mi cara y me acordé de ti. Recordé los días en que discutíamos sin razón, y las peleas terminaban en risas absurdas; me acordé de ti, y te respiré de nuevo.
Una lágrima escurrió hasta destruirse en mi mano, y recordé las veces en que lloramos juntos, los días en que me consolaste y también los días en los que me hiciste vivir; no se por que, aún me acuerdo de ti.
Hoy por la mañana, mientras el pasto picaba mis pies, te respiré.
Y por un momento hasta te sentí venir, y recordé que ya no estas aquí, recordé que la realidad es esa, y que en verdad tu perfume no es real; no puedo hacer que existas.
Una lágrima me recordó que el dolor vive, y la tristeza es el principio, y te extrañé tanto que incluso te sentí, y tu perfume se quedó ora vez en mi.
Hoy por la mañana, mientras te sentía tu perfume quedó en mi.